La bailaora gaditana estrena en la Bienal de Flamenco de Sevilla un espectáculo centrado en la figura de Juan Manuel Flores, bardo que falleció en 1996 y cuya figura sacó de la oscuridad una filóloga italiana en 2012.
Lucía nació en Jimena de la Frontera, un pueblo blanco de Cádiz, chiquito y luminoso donde sus habitantes hacen y comen piñonate, un postre elaborado con frutos secos, huevo, aguardiente, miel, clavo, canela y ajonjolí. De esa pasta tierna y dulce salió La Piñona, apodo con el que se conoce en el mundo artístico a la bailaora de 35 años que aparece en el anuncio de My way, la última fragancia de Giorgio Armani. En ese spot, protagonizado por la actriz puertorriqueña Adria Arjona, Lucía Álvarez puso el baile y Andalucía, el paisaje, pues la secuencia se rodó a finales de 2019 en la localidad sevillana de Marchena.
A profundizar ayuda el tiempo y si hace 25 años el diseñador italiano se prendó del arte de Joaquín Cortes y de su estampa y lo subió a sus pasarelas, en esta ocasión, su equipo optó por una bailaora menos mediática, pero más profunda. Porque desde que Álvarez inició su carrera en solitario –en 2012 con Un granito de arena, tras haber sido parte del Ballet Flamenco de Andalucía o trabajar para compañeros como el último Premio Max del Público, Manuel Liñán– se ha propuesto arrancar algunos velos. El último lo levantará el 20 de septiembre en la Bienal de Flamenco de Sevilla, cita clave del calendario jondo donde estrenará Abril, una obra que recupera la figura de Juan Manuel Flores, poeta cuyos versos aparecen en muchas de las canciones de los primeros discos de Lole y Manuel.
«Me he centrado en los poemas que ellos no cantaron porque Lole y Manuel ya lo hicieron de manera irrepetible. Pero sí en el universo que creó Flores, un hombre del que me habría enamorado de haberlo podido conocer», cuenta la artista sobre el poeta, que falleció en 1996. La Piñona confiesa a Vanity Fair que parte del proceso de creación de Abril fue escribirle cartas a ese escritor a quien sacó de la sombra, sin querer ni pretenderlo, Marianna Maierú, una italiana que llegó a Sevilla en 2012.
“Yo estudiaba Filología española y rusa pero también bailaba flamenco y un compañero me animó a adentrarme en ‘ese poeta’ que le escribía letras a Lole y Manuel”. De ese modo, empezó su tesina de final de carrera, titulada Siguiendo los pasos del poeta Juan Manuel Flores entre Sevilla y Triana. La estudiosa, genovesa de nacimiento, reconoce que no sabía entonces dónde se metía: «Me cambió la vida porque me metió de lleno en el flamenco y en su familia, pero también en una ciudad, pues el trabajo fue puramente antropológico: tuve que ir de calle en calle buscándolo, sin referentes. A mucha gente le sonaba, pero había hasta quien decía mal el nombre y lo llamaba José Migue!»
Noticia de Vanity Fair
10 Septiembre 2020
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Las fotos del artículos son geniales, estás guapísima, aunque lo eres por dentro y por fuera, hay que tener esa mirada especial para captar el arte que tienes.
Tengo muchas ganas de que puedas girar el espectáculo, seguro que tu tienes muchas más, y espero que este no me lo pierda.
Un beso grande Lucía